Como de los tres Monasterios, al final, sólo vimos uno.

10.03.2014 21:21

Sólo me fio del GPS de mi móvil. En serio, he usado varios de carretera, de esos que se ponen en la luna del coche, y no me gustan. Hay que actualizarlos, cada uno funciona de forma diferente... no me gustan. A mí me gusta mi móvil, que va por Internet y no me pierde nunca, lo único malo, la bateria. No tengo cargador para coche, así que, cada vez que voy a emprender un viaje lo llevo bien cargado. Menos el domingo.

La idea era hacer la ruta de los Tres Templos que une el Santuario de Loiola, la hermita de La Antigua en Zumarraga y la Basílica de Aranzazu. Personalmente, la hermita de la Antigua es totalmente prescindible, y las veces que he ido siempre ha estado cerrada. El caso es, que desde Bilbao, en menos de una hora te plantas en Loiola, y desde allí las demás iglesias están muy cerca.

Como no teníamos prisa, pues no nos levantamos demasiado pronto, desayunamos tranquilamente y estuvimos mirando un poco en Internet la manera de ir, sin demasiado interes ya que confiabamos en el GPS del móvil. Lo que no contábamos es con que estuviera descargado. No había tiempo para ponerlo a cargar. Si queriamos disfrutar del maravilloso día que hacia, nos teníamos que ir ya. Así que, pusimos el del coche. Fue un error.

Por Santuario de Loiola no nos venía nada, y si poniamos Loiola como municipio, nos decía que no existia. Así, un viaje que debería haber durado 56 minutos, se convirtieron en tres horas de subir y bajar puertos hasta llegar al Santuario. Llegamos pasadas las 16:00, ya no contábamos con poder comer un menú, pero como teníamos hambre fuímos al bar Kiruri, junto al Santuario, con la idea de comer algún pincho o algo que tuvieran en la barra. Cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que sí nos daban de comer, y para mayor alegría, me pusieron el plato combinado más grande que he visto yo en mi vida.

Comimos muy bien, y de precio no fue nada caro, teniendo en cuenta que la cantidad era abundante y que el restaurante está junto al Santuario. Y de allí fuímos a ver el Monumento. La Iglesia es pequeña, pero es realmente bonita, y los exteriores son muy agradables. Nos quedamos con pena de no tumbarnos un rato al sol, pero claro, no hay que olvidar que todavía estamos en Marzo. Lo que sí hicimos fue entrar a la casa dónde nació San Ignacio de Loiola, que hoy es un museo. Es bastante interesante y se aprenden muchas cosas sobre la vida del fundador de los Jesuítas.

A pesar de haber empezado la excursión perdidos por el monte, el día acabó bastante bien. No nos dio tiempo a ver más, así que nos queda pendiente, por lo menos Aranzazu. Desde Loiola hay una media hora, así que si te organizas bien, y no te pierdes, en un día se pueden ver las dos cosas.

 

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