De Madrid a Pisa
En el post de hoy voy a intentar daros algunos consejos para que el viaje no se os dispare de precio, son consejillos muy fáciles de seguir y que nosotras no seguimos. El día del aeropuerto fue el día que más dinero gastamos y menos nos divertimos.
El primer consejo resulta obvio, conseguir ofertas de vuelo, nosotras viajamos con Ryanair. Tres sorpresas nos ha dado esta compañía, la primera es que ya no hay que meter el bolso a presión en la maleta de mano, ahora hasta te dejan llevar una mochila escolar, pasamos en Italia 4 días y no sabíamos que hacer con tanto espacio libre en el equipaje, definitivamente, no vuelvo a facturar jamás para un viaje de este tipo. Además, que esto no deber ser sólo exclusivo de Ryanair, al parecer, la ley obliga a todas las compañías a no contar esa pequeña mochila escolar como maleta, sino como bolso de mano, aunque conviene asegurarse antes de preparar las maletas.
La segunda sorpresa es que no tiene, o yo no encontré, página de Facebook!! Increíble pero cierto, eso sí, y ahí va la tercera sorpresa, tiene un chat en el que puedes hablar directamente con un empleado de la compañía para resolver tus dudas. Lo puedes hacer vía Internet o por Whatsapp, la verdad es que esto último nos resultó muy útil a la hora de resolver algunas dudas que teníamos sobre lo de la mochila (no nos lo podíamos creer).
Otro de los consejos de hoy es para aquellas personas que viajen desde el Aeropuerto de Barajas y tengan que desplazarse allí desde el centro. Nosotras, que hacía mucho que no cogíamos este medio de transporte en Madrid pagamos los 5€ eurazos que vale el billete, pero, nuestra amiga Ilia Dominguez, nos dejó este consejo a través de la página de Metro Madrid; coger el bus 200 que cuesta 1.50 y sale desde la estación de Avenida América o te vas en el tren de cercanías que te lleva a cualquier parte de Madrid por 2.55€. Para la próxima ya lo sabemos.
Y el tercer y útimo consejo es que vayaís comidas de casa al aeropuerto, nosotras íbamos con prisa y desayunamos allí, 17€ por tres cafés y un bollo, siempre decimos lo mismo y al final acabamos comiendo o desayunando en una de las cafeterias que el café esta malísimo, los bollos duros y encima a precio de oro.