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La casa de la bruja Mari.

05.07.2014 14:15

Cuenta la leyenda que en el monte Anboto ( Vizcaya) reside la bruja Mari, diosa madre de los vascos. Sólo por ese encanto ya merece la pena subir. Pero además de tradición, también es un lúgar único de la naturaleza. El camino comienza en Urkiola. Trás el Monasterio encontraréis un letrero que indica las diferentes rutas, tanto para subir al Anboto como para realizar otras sendas. Nosotros seguimos la que esta marcada en rojo y blanco y que sube a la fuente del Pol pol, pero si vas con niños es mejor que vayas por el camino de la derecha, es más llano y más fácil de hacer.

Una vez llegas a la fuente es un buen momento para sacar los bocatas y hacer un pequeño descanso. El agua de la fuente es potable, aunque sabe un poco a hierro, y el paisaje que la rodea es increible.

Y después de descansar un ratito, toca seguir caminando. Lo ideal es subir al Anboto con el día despejado, y después de varios días sin llover, pero eso en el País Vasco es bastante difícil. El día que nosotros subimos hacía muy bueno, pero la semana anterios había llovido lo suyo, así que no conseguimos llegar hasta arriba, y es que hay un momento en el camino en que la senda desaparece y hay que subir entre piedras, que si están mojadas, resbalan bastante.

Ante la imposibilidad de seguir con la ruta sin correr el riesgo de caernos... bajamos a visitar el Santuario

El Santuario de Urkiola es muy conocido en el País Vasco por ser el lugar al que acudían las solteronas a pedirle un marido a San Antonio. Frente al edificio religioso hay una piedra a la que hay que darle siete vueltas en el sentido de las agujas del reloj para que el santo te busque un hombre. Hoy en día, son muchas las que deciden dar las vueltas al revés para que perder de vista al que ya tienen. Los tiempos cambian... Como yo fuí con mi chico, y de momento lo quiero a mi lado, nos fuímos a tomar unas cañas a los bares que hay por los alrededores.

 

 

Las Brujas de Zugarramurdi

08.06.2014 10:14

Zugarramurdi es una localidad navarra muy cercana a la frontera con Francia. Forma parte del valle de Xareta, lugar de brujas por excelencia. Tres son las localidades que conforman la ruta de los Akelarres (reunión de brujas), Sara, Zugarramurdi y Urdax. El recorrido a píe se puede hacer perfectamente en un día, pero hay tantas cosas que ver que merece la pena quedarse todo el fín de semana. Para ello, hay numerosas casitas que se alquilan, hostales y hasta un bed and breakfast en el propio Zugarramurdi. Eso sí, para hacer la ruta entera hay que llegar pronto, porque las cuevas y el museo cierran a las 19:00 y puede que no te dé tiempo a todo. Ese fue nuestro caso, vivimos a dos horas de Xareta, con lo que, sólo nos dió tiempo a ver Zugarramurdi.

De las tres localidades relacionadas con la brujería, Zugarramurdi es la más importante de todas. En ella se encuentra la cueva del Akelarre. Es una gruta en forma de túnel de 120m de largo, dónde, supuestamente, tenían lugar los ritos satánicos. Junto a ésta, se encuentran otras grutas menores utilizadas por los contrabandistas en tiempos de guerra. Todo ello rodeado de un paisaje verde típico del norte.

Últimamente la zona se ha hecho famosa por la película de Alex de la Iglesia, Las Brujas de Zugarramurdi, pero lo cierto es que este lugar ya era muy conocido por el gran auto de fé que se originó en estas tierras. A principios del Siglo XVIII más de 300 personas, entre ellas niños, fueron acusados de prácticar brujería por el Santo Oficio, de ellos 11 fallecieron en la hoguera. Cómo homenaje a esas personas se ha inaugurado en 2007 el museo de las Brujas, a pocos metros de la cueva. En este recinto se cuenta la historia desde los diferentes puntos de vista, y se hace un repaso a la mitología vasca, dónde la Bruja Mari preside la cultura y las creencias de la zona. La entrada al museo se complementa con la de la cueva, con lo que se puede conseguir un descuento.

Si, como nosotros, sólo dispones de unas horas para pasar en Xareta, el recorrido de las cuevas de Zugarramurdi y el museo es lo más recomendable. Pero si vas todo el fín de semana merece la pena hacer la ruta de los tres pueblos. A parte de conocer mejor la historia de las brujas, podrás disfrutar del paisaje. Te recomendamos que organices tus comidas de tal forma que siempre te pillen en territorio español, en Francia  comen antes y encima te saldrá más caro. Lo mismo ocurre con los lugares para pasar la noche.

Si vas más días, muy cerquita de Xareta está San Juan de Luz y Biarritz, en Francia, y Hondarribi en Gipuzkoa. Son sitios que también merece la pena visitar.

Sintra, ciudad de Reyes.

31.05.2014 13:30

Cometimos un error a la hora de organizar nuestras vacaciones en Portugal, sólo dedicamos un día a visitar Sintra. Y un día no es suficiente para ver y disfrutar de todos los lugares de interés que tiene esta localidad. Ha sido residencia de Reyes, y se nota. La cantidad de palacios, castillos, Monasterios,... que se concentran en este pueblo revasa con creces la media de otros lugares. Cómo digo, sólo estuvimos un día, así que tuvimos que elegir. De entre todo nos quedamos con el Palacio da Regaleira y el Palacio da Pena, ambos perdidos en la montaña.

Nos costó llegar, nos perdimos varias veces por un camino de cabras, pero al final lo conseguimos. Nuestra primera parada fue la Quinta da Regaleira, lugar de masones y de templarios. El palacio es un caserón que data de principios del siglo XX y que se encuentra rodeado de jardines y lagos. Pero lo más interesante de la Quinta da Regaleira se encuentra bajo tierra, de ahí que en todas las guías recomienden visitarlo con linterna. Todo el terreno esta conectado a través de galerias subterráneas que constituyen lo más curioso y mágico del lugar. Entre los rincones que no te puedes perder, la torre invertida de iniciación con nueve plantas construída para los ritos masones.

Y de la Regaleira al Palacio Da Pena, sin duda el más carecterístico de Sintra por su colorido. Desde cualquier parte de la localidad se aprecia el brillo de sus cúpulas y el amarilló de sus paredes. Nosotras también subimos en coche, pero se llega perfectamente en el bus que puedes coger en la oficina de turismo. Cuando llegas arriba la vista es increíble y el palacio quita el aliento. Originariamente fue un Monasterio de los Jerónimos hasta que estos se trasladaron a Lisboa. Más tarde fue la residencia de verano de la familia Real Portuguesa. En cualquier caso se trata de un lugar retirado de todo en el que la belleza arquitectónica se funde con la naturaleza.

Pero hay más cosas que ver en Sintra, El Palacio Nacional, El Palacio de Monserrate, El complejo volcánico,... En www.lisboa.es encontraréis mucha información sobre los precios y horarios de todos estos monumentos, así como un poco de su historia. Nosotras fuímos en coche, pero salen buses desde Lisboa, y desde el centro de Sintra hacia los monumentos. Además, la oficina de turismo está muy bien sitúada y seguro os atienden maravillosamente. Nosotras sólo estuvimos un día, pero es como para pasar por lo menos dos.

Un día de playa en Cascais.

25.05.2014 19:34

No eran unas vacaciones de sol y playa a pesar de ser finales de Agosto y estar en el sur de Lisboa, pero aun así, metimos el bikini. Antes de emprender el viaje ya habíamos decidido pasar un día en Cascais. Unas horas de no hacer nada y bañarnos en el mar. No cumplimos nuestra palabra.

Cascais está muy cerca de Lisboa. Como suele suceder en las grandes ciudades, te cuesta más salir a la autovía que llegar a tu destino. Nosotras fuimos en coche porque somos así de atrevidas, pero hay un tren de cercanías que te deja en el centro de la localidad y te ahorras el buscar aparcamiento.

Como comentaba, la idea era tirarnos a la bartola en la arena y no hacer nada más que tomar el sol, pero... Oh sorpresa! Nos encontramos con una pueblo precioso lleno de calles por las que perderse, tomar cañas e ir de shopping.

Total, que no pisamos la playa. Aunque sí que visitamos el Paseo marítimo y el puerto deportivo. Las casas que se ven durante todo el paseo son increíbles, suponemos que ahora son todas hoteles, pero aun así hicimos el reparto para cuando nos toque el euromillón tener ya las cosas habladas. También pasamos por los alrededores de la Fortaleza de Guincho, pero como ahora es un Hotel de lujo, no pudimos entrar.

Cascais es un pueblo de turismo de playa, por lo que a la hora de comer es muy típico el pescado. Hay que decir que no rebuscamos mucho a la hora de encontrar un menú que nos gustara. La zona de restaurantes está cerca del puerto y hay restaurantes de todos los tipos. En general no es demasiado caro, teniendo en cuenta que es un sitio muy turístico, nosotras comimos muy bien y no pagamos más de 11€ cada una.

Todo muy bueno, pero el bacalao a bras de quitarse el sombrero. Tengo que aprender a cocinarlo, pero ya si eso más adelante. A estos maravillosos platos hay que sumarle que comimos en la terraza y con música en directo.

Por el camino que lleva a Belem.

16.05.2014 15:27

La Torre de Belem es, sin duda, uno de los monumentos más famosos de Lisboa. Principalemente por los pasteles que cerca de allí se hacen, y que son muy parecidos a los pasteles de arroz de toda la vida. Pero lo que mucha gente no conoce es la historia de esa Torre. La Torre de Belem se construyó como parte de la defensa de la ciudad. Una vez las amenazas del reino de Portugal fueron mermando y resolviéndose más con alianzas y matrimonios que con las armas, sirvió durante muchos años como aduana, la gente pagaba un impuesto de entrada a la ciudad y lo hacía en la Torre.

Nosotras nos comimos el tradicional pastel de Belem, y lo hicimos en el Hotel que hay de camino. Contra todo pronóstico, no fue nada caro, ni los pasteles ni el café. De todas formas, este dulce se vende por todas partes, así que seguro que no te vas de Lisboa sin probarlo.

En el mismo paseo a orillas del Duero, también podemos ver el Monumento de los Descubridores. Se trata de una torre que conmemora las hazanas de los conquistadores portugueses por el mundo. Se puede subir a la parte de arriba, y realmente merece la pena porque las vistas son increíbles.

Por último, y para completar la visita a este lado de la ciudad, se puede visitar el Monasterio de los Jerónimos. Por fuera es un edificio precioso, pero por dentro sólo se puede visitar el Claustro. No está mal, al igual que la Catedral merecen la pena si uno va bien de tiempo, pero si no es así, se puede prescindir de esta visita. Lo realmente curioso está fuera, se ven cantidad de novios japoneses sin invitados pero con limusinas sacándose fotos allí.

Otra de las curiosidades que casi ninguna guía refleja es un monumento oriental que destaca por sus brillos en mitad del parque que separa la Torre de Belem del Monasterio. Es una especie de quiosco rojo y dorado regalo del Gobierno de Tailandia a la ciudad de Lisboa. De los más pintoresco.

Crisis en expovacaciones.

15.05.2014 14:10

El sector turístico empieza a levantar cabeza. Eso es al menos lo que dicen las noticias que hablan de casi un 100% de ocupación hotelera durante la Semana Santa y también en el puente de Mayo. Sin embargo, esa tendencia al alza no ha llegado hasta Expovacaciones. La feria dedicada al turismo que cada año se celebra en el BEC de Bilbao ha dejado, en esta edición, mucho que desear. Hacía bastante que no iba, desde 2009 si no recuerdo mal, y nada tiene que ver con lo que he visto el fin de semana pasado.

En 2009 aquello era como Disneylandia. Recuerdo llegar con mi amiga Maria a eso de las 11:00 de la mañana y no salir de allí hasta la 18:00. Comimos paella valenciana, bebimos vino argentino mientras disfrutábamos de un expectáculo de tango, nos tomamos unos mojitos viendo bailar salsa, ligamos con los de las chirigotas de Cadiz... lo dicho, como Disneylandia. Sin embargo este año apenas había stands, nada era gratis y no he visto ningún show. Si en 2009 me pasé 7 horas en el BEC, este año en una y media lo tenía hecho. Algún folleto de Tenerife me llevé a casa por aquello del "ya que estoy aquí", pero tuve que comer una porción de pizza del Telepi que me costó 3€. En fín... nada que ver.

De pintxos por Hondarribi

28.04.2014 20:36

El tiempo en el norte todavía es bastante inestable, no se puede saber con seguridad si hará un día de playa o de cine, por eso, un buen plan que admite cualquier clima es irse de pintxos y Hondarribia es un lugar magnífico para ello. Situado en la costa guipuzcoana, esta localidad reune la belleza de los pueblos pesqueros y la historia de su fortaleza medieval. Pero sobre todo, tiene una buena calle de poteo.

Parada obligatoria en esta jornada gastronómica es el Bar Restaurante Gran Sol, www.bargransol.com. Este establecimiento presume de haber ganado ni se sabe cuantos premios por sus pintxos. Y la verdad es que no es para menos. Cuenta con una gran variedad en la barra y con una carta muy suculenta. El de Foie con queso es sencillamente maravilloso.

Y tras unos buenos txakolis y unos buenos pintxos... sólo falta un buen helado de la heladeria Valenciana y un paseo por la parte medieval.

Nos hizo buen día, pero no tanto como para disfrutar de la playa, eso lo tendremos que dejar para otra ocasión, porque está claro que a Hondarribi habrá que volver.

Las carreteras de Portugal

25.04.2014 21:50

El pasado mes de Marzo, en el post Preparando el viaje a Portugal os contaba como, si vas al país luso en coche, tienes que comprar una tarjeta que se asocia a tu matrícula y así poder circular por las autopistas. Pues bien, una fuente de confianza me desveló el pasado miércoles que realmente no es necesario.

Todo comienza con un comentario sobre mis vacaciones en Portugal. Le comenté a la amiga de una amiga con la que estaba cenando que, a pesar de estar muy pendientes de las indicaciones que se encuentran en el camino, y tener muy presente que debíamos comprar una tarjeta al pasar la frontera, nos pasamos el lugar dónde se venden y entramos en la autopista sin haber pagado.  Nos agobiamos un poco, pensamos que nos pondrían una multa, y la verdad es que nos lo habíamos pasado sin querer, nuestra intención era pagar. El agobio fue en aumento según íbamos pasando bajo las cámaras que, se supone, van descontando de la tarjeta el peaje correspondiente al uso de las autopistas, así que, paramos en una gasolinera y compramos la tarjeta. 20€ de prepago que, según nos dijo la chica del área de servicio, nos deberían llegar hasta Lisboa.

Una vez en la capital ya no utilizamos el coche, sólo para ir a Sintra y Cacais. Para ir a estos dos lugares también circulamos por autopistas, pero en este caso los peajes fueron como los de aquí, en los que pagas en ventanilla. Como la medida de las tarjetas se había puesto en marcha un par de meses antes de nuestras vacaciones, pensamos que todavía no habrían adaptado todas las carreteras, no le dimos importancia.

A la hora de volver a España nos pusimos a buscar un lugar dónde recargar nuestra tarjeta porque, lógicamente, con los primeros 20€ no nos iba a llegar hasta la frontera. Dimos mil vueltas por Lisboa y no encontramos ningún sitio dónde poder hacerlo, y de verdad que lo buscamos. Ante la imposibilidad de circular de forma legal, comenzamos el viaje con la intención de parar en un área de servicio y hacer allí la gestión, como habiamos hecho a la ida. Total, que tanto a la ida como a la vuelta circulamos varios kilómetros sin pagar, por lo que la duda de la multa en el buzón nos ponía un poco nerviosas. Una multa que nunca llegó. Un hecho que comenté con esta chica y al que ella me dio una explicación.

Al parecer, la gestión de esas carreteras no es del gobierno de Portugal, sino de una empresa privada, por tanto, los cuerpos de seguridad lusos no te multan por no realizar los pagos correctamente. Además, la Ley de Protección de Datos, no permite a la DGT dar a dicha empresa los datos personales de los conductores españoles que circulan por esas carreteras para que esta empresa te mande algún tipo de sanción. La única manera que tienen de poder reclamar algo es poner una denuncia contra el titular del vehículo, pero por 20€ no les compensa. Por lo tanto, si tu viaje a Portugal es un hecho puntual, como unas vacaciones, no es necesario que pagues dichas carreteras porque nadie te va a reclamar nada. Otra cosa es la gente que las usa habitualmente, sean portugueses o no, porque en ese caso la cifra a pagar sería mayor y ahí si compensa la denuncia.

Con esto no quiero decir que se pueda circular sin pagar. Es un servicio que tiene un precio y que, si lo usamos, lo normal es pagarlo. Pero, si como nosotras, te pasas la salida dónde comprar la tarjeta o, como nos pasó el Lisboa, no encuentas dónde poder hacer la gestión, no te agobies porque nadie va a ir a España a reclamarte 10€.

Toda una vida de viajes...

21.04.2014 13:07

En Vizcaya el Lunes de Pascua es fiesta. Es decir, que desde el jueves estoy de vacaciones. Me ha dado tiempo a ver procesiones, a tomar vinos con mis amigos, con mi chico, con mi familia,... a hacer el vago en casa, a ver pelis, a pasear, a tomar chocolate con churros,... Y como ya no se me ocurría nada más, me he puesto a hacer limpieza. He ido a casa de mis padres, he subido bolsas de basura a la que siempre ha sido mi habitación y he arrasado con todo. Entre apuntes de la uni, revistas viejas, ropa que hace mil años que no me pongo... han ido apareciendo pequeños recuerdos de mis viajes. Un billete de avión a Caracas, un pequeño planing de lo que ver en Estambul, un gorro de cowboy que me regalaron en una discoteca de México. Recuerdos que me han hecho desenpolvar más recuerdos. Me he puesto nostálgica, y he recuperado algunas fotos de aquellos viajes.

Biarritz en el Puente de la Constitución de 2005. Las calles adornadas de Navidad y un pequeño mercado que se monta en las orillas del rio. Como allí no es fiesta, es una buena época para ir.

Londres express en 2007. Tuvimos que hacer escala en Zaragoza, pero esa es una larga historia. El caso es que conseguimos ver lo más importante en dos días. Mi siguiente viaje a Londres fue más corto todavía, pero tengo la esperanza de poder verlo algún día tranquilamente.

Y tan ricamente pasé el mes de Diciembre de 2008 tirada al sol en Huatulco. De allí me traje 5kg más, un gorro de cowboy y mucha gente increible.

Muchos recuerdos metidos en un armario que hoy tengo ganas de sacar y de compartir. Muchos lugares, muchas personas, muchas anécdotas que forman toda una vida.

No llegamos a la Cruz, pero nos pusimos finos a alubias...

13.04.2014 19:48

Que uno no tenga días libres no significa que no pueda sentirse como si estuviera de vacaciones. En cuanto empieza el buen tiempo saco del armario mis guías de rutas por el País Vasco y me voy a pasar el día al monte, a la playa, a conocer rincones... Todos los lugares que no hemos visto tienen algo especial, así que no hace falta irse demasiado lejos para pasar un buen día.

Como todavía no hace demasiado calor no es preciso madrugar en exceso para pasar un día de monte. Y eso es lo que hemos hecho hoy, sin prisa pero sin pausa, hemos cogido el coche y nos hemos ido hasta Areatza. Unos 20 minutos hemos tardado desde Bilbao, los primeros fines de semana de buen tiempo no hay mucho tráfico por esas carreteras porque todo el mundo se va a la playa.

Una vez en Areatza hemos hecho una parada técnica en el bar de las piscinas, hemos tomado un zumo de naranja natural y hemos seguido camino del Gorbea. Como no teníamos intención de subir hasta la Cruz, hemos dejado el coche en el primer parking y hemos empezado la ruta. Ha sido un paseo agradable, aunque nos hemos tenido que desviar de la pista porque había más tráfico allí que en la AP68. Hemos tomado un camino de tierra para poder estar más tranquilos. No teníamos ni idea de dónde llevaba, pero hemos encontrado un paisaje precioso.

En total, un par de horas de subida y algo menos de bajada. Durante la vuelta se nos ha metido en la cabeza comer una buena alubiada, aunque no habíamos mirado ningún sitio dónde poder darnos el homenaje. Al llegar a Areatza hemos vuelto a coger el coche y nos hemos acercado hasta Artea, allí hemos tomado un vinillo en el Herriko Benta y nos han indicado que en el Ekomuseo dan un buen menú y que a lo mejor teníamos suerte con esas alubias. Nos hemos puesto hasta arriba.

18€ por cabeza nos ha costado el menú, pero teniendo en cuenta que allí había comida para otras dos personas, poco me ha parecido. Sólo hemos parado a comer, pero al parecer, también es un museo del baserri o algo así. Otro día con más tiempo, cuando nos planteemos en serio llegar hasta la Cruz del Gorbea, y no nos peguemos esa comilona... igual nos animamos con el museo.

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